lunes, 13 de junio de 2011

Si o no (2)

Me quiere… no me quiere…. Me quiere… no me quiere…

Y una sonrisa se colgó de la comisura de su labio…
La niña se daba cuenta que solo ella sabia de su existencia… él nunca la había visto…

Igual jugaba a pensar me quiere…. No me quiere…. me podrá querer algún día?... y una nube paso por la ventana del cuarto apurada.

La niña bola esta nerviosa… tiene mariposas en la panza… mariposas y hormigas que le suben por los pies despacito.

Como un flash la imagen del niño aparece en su mente cada vez que cierra los ojos… cada vez que pestañea.
Sentada en el balcón, con los pies colgando hacia el infinito cemento que se extiende por la calle Dr. Rivera…piensa…

Esta tan metida en sus propios pensamientos que le parece sentir la brisa del río rabioso lamiéndole la planta de sus pies ansiosos… le parece sentir la tierra del bosque en sus pies y la sombra de los árboles fría en su espalda… esta tan metida en sus pensamientos que casi escucha la risa del niño…

Tengo que volver a verlo… suspira…

La niña se confunde entre realidad y pensamiento… la niña siente que ese lugar le da alegría… la niña siente que tiene que volver a verlo. La niña abre los ojos de golpe y dice entre dientes… ya se como!...

Se para… se agarra del borde de la reja del balcón y cuenta 1…
2…
Tres!

La niña cuando le da miedo se hace plop! Y se hace bola.
Plop!... Se escucho el susurro de su cuerpito al hacerse bola…

La niña cayo una y otra vez viendo pasar un acantilado de colores a su alrededor…. Esta vez era diferente… no se mareaba y sabía donde quería llegar.
La niña lentamente se fue frenando hasta quedar parada en medio de un disturbio sideral de colores.
No podía ver nada, solo había rayas y rallas, no podía ver el bosque… si es que todavía había bosque.
Cada minuto se ponía mas nerviosa, no escuchaba el río, no escuchaba pasos… no sentía la sombra de los árboles… no estaban los árboles.
Miro todo ese caos de colores eternos y se sintió triste…ni siquiera una hoja de vida (pensó) se arrodillo y sin quererlo una lagrima rodo por su cara hasta el piso de colores…

La niña se tapo los ojos y se quedo ahí quietita… nostálgica y perdida.

Una cosquilla en el dedo del pie…

Apenas si lo movió… debería ser algún hilo de color.

Una cosquilla en el tobillo…

Pensó lo mismo.

Una leve caricia en la rodilla…

Abrió los ojos.  Ahí quietita, alta y reluciente, una flor se abría camino entre los tejidos de arco iris… se mecía con la brisa.
Bajo la mano para tocarla, la flor se desprendió del piso delicadamente y como llevada por el viento fue a parar a la palma de la niña.

La miro detenidamente y pensó… una señal?....me quiere?... y un pétalo se desprendió.

La niña se sonrió… o no me quiere, se dijo a si misma nuevamente y la flor se estremeció y cayó otro pétalo.
La niña comprendió… había una respuesta.

Me quiere…. No me quiere…. Me quiere…. No me
quiere….

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